No es un cinto.
Es una declaración de principios.
Porque si vas a usar algo todos los días, que sea de cuero del bueno.
Del que no se pela, no se estira, no se raja.
Del que mejora con los años, como vos.
Hechos a mano, en Montevideo, con alma de taller y olor a cuero.
Pensados para ajustarse al cuerpo y al carácter.
Para el que se viste simple, pero bien.
Para el que no necesita marcas gigantes ni brillos raros para destacar.
Un buen cinto no se nota.
Hasta que lo cambiás por uno malo.
Envío gratis a partir de $ 1.000